Politicamente opositores

Mientras los máximos referentes ahora juegan a la politiquería, antes abocados a repartirse fondos públicos, las bases deben afrontar sus problemas por sí solas.

OPINIONES

Por Gabriel González Martos

8/29/20252 min read

El forzado recambio de los vocales sectoriales que integraban el Directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social producido el pasado año, dejó secuelas que empiezan a verse con el transcurso del tiempo.

Tras años de gestión, quedaron afuera las máximos autoridades de las organizaciones referentes del Cooperativismo y Mutualismo que habían acompañado al Movimiento Evita en la anterior conducción. Y quedaron resentidos, lastimados, al menos es lo que parece. Y con sus heridas, arrastran al conjunto del sector a un posicionamiento político contraproducente e innecesario.

El primer paso fue agruparse tras la creación de la primera Universidad Cooperativa y Mutual de Argentina, en el interior del interior; un proyecto disfrazado de solidario que de serio tiene muy poco: sin presupuesto, sin planes de estudio, sin reconocimiento oficial, etc. Un chamullo, aunque a muchos les duela.

Campaña electoral de por medio, decidieron pararse en Córdoba donde su gobernador, junto a otras cuatro provincias, eligieron marcar posición propia y distanciarse del gobierno de Javier Milei. Allí celebraron el Día del Cooperativismo y fueron partícipes centrales del Congreso Internacional de Mutuales y Cooperativas, ambos eventos en donde no se incluyó a ningún funcionario nacional y mucho menos del actual INAES.

Este accionar dejó al sector incómodamente posicionado, como ya había ocurrido en la campaña presidencial cuando armaron un acto cuyo orador central fue el decadente Presidente Alberto Fernández. Sin necesidad alguna alejaron a las entidades de base del poder gobernante actual, cuando la neutralidad política es el eje central de la doctrina que debieran defender.

Mientras todo ello ocurre, sale a la luz una denuncia en la Oficina Anticorrupción que abre dudas sobre el accionar del líder mundial del Cooperativismo en su oportuna participación como vocal del INAES y que arrastra a todos sus pares.

A su vez, un grupo de Mutuales logró una acción judicial que obliga a la ANSES a suspender el límite máximo para el costo de los créditos que el sector otorga a través del sistema de código de descuento; ese mismo grupo hoy lucha contra la desobediencia plasmada por los funcionarios del organismo. Esta regulación cumple ya 14 años y ninguna organización representativa se plantó frente a ella.

Mientras los máximos referentes ahora juegan a la politiquería, antes abocados a repartirse fondos públicos, las bases deben afrontar sus problemas por sí solas. Pasaron de ser fervientes aduladores en el pasado a opositores en el presente. Una postura más ligada al resentimiento personal que a una idea política.

Lo concreto es que a poco de cumplirse dos años del nuevo gobierno, el Mutualismo quedó ausente de toda agenda de gestión. Habrá que profundizar para conocer los motivos reales de esta situación y corregirlos (si se quiere), pero a simple vista se puede observar que el sector quedó muy pegado al desmanejo de fondos públicos de años anteriores, de la mano de sus ilustres líderes y hoy parados en la vereda de enfrente, justo ahí donde no da el sol.

¿Y las bases? Durante muchos años se instó a las entidades a federarse, a agruparse en defensa de sus derechos, situación que trajo grandes beneficios. Hoy, la lucha es individual.